Sigue el viaje del velero Piropo, con sus tripulantes Dani y Sandra, en su pretendido deseo de dar la vuelta al mundo por los trópicos.

TRAVESÍA A CANARIAS. Puerto de Sotogrande a Isla de la Graciosa. Del 9 al 15 de septiembre de 2011.

 

¡Ya nos sentimos un poco más marinos. Hemos llegado a Canarias!

 

Escoger el día para emprender la travesía no fue fácil. En primer lugar, porque teníamos muy difícil el acceso a Internet para conocer la meteorología. El Puerto de Sotogrande no está muy preparado para los navegantes de paso y parece más un aparcamiento de barcos de los que viven en la urbanización que otra cosa. Para ducharse, por ejemplo, hay que ir a un gimnasio de la urbanización, y para mirar Internet, tenías que dirigirte a un hotel y pagar 10 euros (cantidad que nunca se nos pasó por la cabeza abonar por desproporcionada). Por suerte, coincidimos dos veces seguidas en el turno de un recepcionista muy simpático que con todas las facilidades, te dejaba acceder a Internet sin límite alguno y sin abonar nada. En el turno de otra recepcionista en cambio, sólo nos dejó estar cinco minutos y eso que íbamos con nuestros propios ordenadores, y estudiar bien el tiempo nos ocupaba más de esos cinco minutillos raquíticos.

 

Y además de ese problema de conocimiento de la meteorología, estaba el problema de la propia meteorología. Para cruzar el Estrecho necesitábamos viento de levante, ¡pero no tanto! El día 7 había aviso de temporal de levante en el Estrecho, y el día 8, aunque teníamos pensado emprender la travesía igualmente a pesar del pronóstico de fuerza 6, al levantarnos vimos que el Peñón de Gibraltar no se veía por la niebla, ni tampoco la línea del horizonte. Las bocinas de los mercantes se oían muy a lo lejos para avisarse unos a otros y eso no inspiraba tampoco ninguna confianza. Y si aún teníamos alguna duda de iniciar el viaje ese día, desaparecieron inmediatamente cuando en el propio puerto se introdujo la niebla con una espesura, que casi no se veía el pantalán de delante. En fin, que nos dedicamos esos días a leer, ver pelis que nos había proporcionado nuestra amiga Noemí y a poca cosa más, porque Sotogrande y alrededores, no tenían mucho que ver. Dani acabó de leerse la Carta Esférica de Arturo Pérez Reverte que le hizo mucha gracia porque parte de la narración transcurre en Cartagena y en las zonas que hacía poco, habíamos navegado.

 

El día 9 nos levantamos y no vemos rastro de la niebla del día anterior. Tampoco hay ni un soplo de brisa pero el pronóstico dice que en el Estrecho hay fuerza 6 de levante. Con todo esto, decidimos desayunar rápidamente y largar amarras pasando antes de salir del puerto por Capitanía a pagar lo que quedaba de la estancia (es el puerto más caro en el que hemos estado por ahora), y por la gasolinera para llenar el depósito de gasoil, aunque no quedaba mucho por rellenar.

 

Como hemos dicho, no había un soplo de brisa y por eso navegamos al principio a motor. Bordeamos el Peñón de Gibraltar y vimos una vista del Peñón que no suele ser habitual ver, desde el mar. Se ven todas las bocas y aberturas de las galerías que se han excavado en él y observamos que por esa zona, están urbanizándola también construyendo nuevos diques.

 

Doblamos Punta Europa a motor y comenzamos a cruzar la Bahía de Algeciras que está abarrotadísima de mercantes fondeados esperando a entrar tanto en los puertos de Algeciras como en el de Gibraltar. Justo al doblar la punta vemos que empieza a soplar una ligerísima brisa de popa, de levante, he inflamos la génova. En mitad de la Bahía se nos cruza por delante, bastante cerca aunque sin peligro, un Ferry de los rapidísimos que van a Ceuta creando una ola delante que nos zarandeó bastante a mitad picoteo de la comida.

 

Continuamos dirección oeste bordeando la costa española. A medida que nos íbamos acercando a Tarifa el viento se iba incrementando más y más. Llegó a haber un aparente de 27 nudos y eso que íbamos de empopada y la corriente nos empujaba en la misma dirección. Conseguimos, sin proponérnoslo, ir a toda velocidad, y nunca habíamos ido tan rápido. Por fin, doblamos Isla de Tarifa. Es un momento muy especial ya que es uno de esos lugares que siempre atrae cruzarlo a un navegante.

 

Continuamos dirección oeste bordeando el carril de separación del tráfico que se establecen en ciertos cabos o estrechos para ordenar el tráfico de mercantes. Los veleros, en esos carriles, no deben navegar y si tienen que cruzarlos lo deben hacer lo más perpendicular posible. Nosotros decidimos no cruzarlo, bordearlo hasta que finalizara y entonces cruzarlo. Hay que esperar un momento que en que los mercantes estén bastante separados porque si bien no es como una carretera, después de que pase uno ya se ve al siguiente que viene. Antes de poner rumbo sureste, ponemos un poco de mayor porque hasta entonces habíamos navegado a la francesa, es decir, sólo con la génova. Para subir la mayor tenemos que ponernos a contraviento y nos percatamos, aún más si cabe, de lo fuertecillo que está el viento.

 

Con el nuevo rumbo establecido vamos también rapidísimos y cómodos. Sólo debemos vigilar con los mercantes que vienen en la dirección contraria. Y con esa dirección oscurece y se nos hace de noche.

 

Con la noche comenzamos las guardias. Estas normalmente las organizamos de la siguiente manera. Dani duerme de nueve a doce y Sandra hace guardia esas horas. La facilidad de Dani para dormirse cuando quiere facilita que aproveche esas horas en los que normalmente todavía no hay mucho sueño. A partir de las doce, Dani hace guardia hasta las cuatro y luego se vuelven a cambiar las posiciones a las siete. Estos siempre es más o menos porque hay veces que uno de los dos está despejado y alarga la guardia un poco más.

 

En la guardia de Sandra empieza a ponerse niebla. Al principio es muy tenue pero poco a poco se va haciendo espesa de tal forma que ya no se ve nada de nada a muy poco metros pese a que hay luna llena, pero la niebla la tapa completamente. Entonces Sandra, algo nerviosa, llama a Dani para que la releve en esa situación incómoda. En ese punto, debemos confiar más que nunca en “Fresita”, que con su GPS nos dice que la tierra está lejos, en el reflector de radar que avisa a los barcos que tienen radar que nosotros estamos por ahí, y en el detector de radar que nos avisa que un barco con radar anda por ahí. El problema es si nos topamos con un barco sin radar o con el radar apagado, que en Marruecos, hemos observado que algún pesquero no lo lleva. En ese punto, sólo podemos fiarnos de la vista, y con la niebla que había, no servía para mucho.

 

Así estaba Dani, mirando la espesura, cuando de repente ve entre la niebla un faro que aparece y desaparece por la propia niebla. -Pero si eso es imposible porque por ese lado sólo está América- piensa Dani. Luego observa en otra aparición que no es un faro, sino un foco de un barco que parece que va buscando algo. Aunque la niebla oculta al barco la mayor parte del tiempo, como no va a rumbo de colisión, la situación no es preocupante. No obstante y al poco, el foco empieza a enfocar al Piropo y Dani observa que el barco ha girado y se dirige hacia nosotros. En ese instante ve en proa una luz verde estática que no es de un barco. Llama a Sandra para que los cuatro ojos intenten discernir que está pasando. Al poco, aparece otra luz verde, y luego otra, y otras más tarde, unas en dirección a estribor y otras a babor. Por suerte, de golpe, la niebla se empieza a levantar un poco y vemos claro que se trata de una red enorme que han lanzado unos pescadores. El barco que se dirige a toda velocidad contra nosotros y que nos quiere cortar el paso y que debe ser el barco pesquero, sólo pretende advertirnos que está la red y que debemos desviar nuestro rumbo. A lo lejos vemos una luz de un color diferente y que debe marcar el final de la red y hacía allí vamos. El pesquero navega en la distancia en paralelo. Es impresionante lo larguísima que es la red. Al doblar la luz, el pesquero en vez de quedarse allí se nos acerca aún más, no sé si para curiosear, pero al ser muy grande y al ser de noche, nos inquieta y abrimos más el rumbo, lo que hace que se dé la vuelta y se dirija de nuevo a la red.

 

La noche a partir de entonces no mejora. El viento se pone de proa total. Menuda suerte. Nos toca dar bordos. Es un palo porque cada vez que hacemos un bordo debemos enrollar totalmente la génova, girar, y luego desenrollarla de nuevo porque el estay volante ya no es volante y lo tenemos fijo ya que tenemos siempre la trinqueta montada lista para usarse.

 

Sobre las 10 de la mañana, Dani pone por primera vez el curricán. No lo habíamos puesto todavía nunca y no sabíamos si funcionaría. Compramos uno especial del que previamente habíamos leído maravillas en el foro de Internet “Latabernadelpuerto” y del que hemos sacado a veces, información interesante. Hablaban tan bien de él que le llamaban “La Metralleta”. Al principio, como novatillos que somos, vamos mirando todo el rato pero luego nos cansamos de mirar y lo dejamos arrastrando a su aire. Sobre las 13 horas, Sandra me dice que la pieza blanca que emerge cuando algo ha pescado se ve. Empezamos a recoger la línea nerviosos. Dani piensa que debe ser una bolsa de plástico porque no siente ningún tirón pero no, al final había un pez que creemos que es un atún o un bonito. En las fotos ya lo veréis. La verdad es que nos da mucha pena matarlo pero bueno, nos apetecía comer pescadito fresco. Y lógicamente está tan fresco que está tieso como un palo. Dani lo limpia directamente en el agua y Sandra lo filetea y lo prepara ya porque llega justo para la comida. Sale una cantidad bastante grande para comer los dos pero lo aprovechamos para que no se estropee. Y está bueníiiisiiiimooooo. Y encima, si lo pescamos nosotros sabe mucho mejor.

 

El viento deja de estar de proa y se pone de través. Menos mal, sino no llegaríamos nunca a Canarias. Esa noche pasada habíamos avanzado poquísimo. De todas formas, el viento es muy inconstante. A veces es muy débil y con las olas que nos pillan por la aleta nos mareamos bastante.

 

Llega la noche y con ella el frío. La verdad es que pensábamos que haría fresco pero no tanto frío. Quizá la humedad no ayuda. Tenemos que ir abrigadísimos.

 

Y volvemos a entretenernos por la noche. Ahora las luces de posición de proa no funcionan. Y es extraño porque no se han fundido del todo, dan muy poca luz o se apagan. Dani investiga por la noche y cree que puede ser una conexión que no va bien en el pozo de anclas pero por la mañana descubrirá que no es eso porque la electricidad ya no llega allí. En cambio, si que sale del cuadro eléctrico, por lo que el problema debe estar por el camino. Detectarlo navegando es difícil porque vamos todo cargados y no es fácil acceder a los cables, así que habrá que esperar a un puerto para solucionarlo y mientras tanto, para que nos vean, pondremos la luz de todo horizonte. Imaginamos que los barcos que nos vean ya se imaginarán que no podemos estar fondeados con la profundidad que hay.

 

Por la noche el viento se para totalmente pero sigue habiendo mar de fondo, por lo que para evitar parecernos a un corchito y evitar que las velas gualdrapeen y se deterioren, ponemos motor un rato.

 

Por la mañana el viento vuelve a soplar, siempre de través, pero la ola continúa de aleta, por lo que el movimiento desagradable continúa.

 

Conectamos por primera vez el teléfono satélite que llevamos. Cuando preparamos el viaje pensamos que no nos haría falta adquirirlo sobretodo atendiendo al precio elevadísimo que tienen y las tarifas ridículas por caras de las llamadas. Pero descubrimos que Inmarsat acababa de sacar un nuevo modelo relativamente asumible y con unos precios que para decir “hola”, “estoy bien” y “adiós”, son tolerables. Ese día, nos llaman nuestros respectivos padres y es curioso poder hablar tan relativamente lejos con la familia.

 

Ese día también descubrimos que hay mucha agua en la sentina. Los tanques de agua que instalamos nuevos, tienen una pérdida y van vaciándose poco a poco. No nos preocupa porque detectamos fácilmente por dónde sale el agua y ya lo arreglaremos en el próximo puerto, y en cuanto al agua, nos hay problema porque no se pierde toda y además tenemos en bidones un montón, además de leche y zumos. Así que morirnos de sed no nos moriremos.

 

A partir de entonces, los días se suceden casi iguales. No obstante, es sorprendente lo rápidos que pasan ya que estamos muy entretenidos sobretodo leyendo. Y también cocinando y comiendo. Sandra siempre prepara una comida y una cena diferente pese a que las olas nos menean mucho y no apetece nada meterse dentro de la cabina. La verdad es que tiene mucho mérito. Ya es difícil mantenerse en equilibrio para encima estar cortando ingredientes, o hirviendo o friendo cosas. Pero luego sube mucho el ánimo comerse una cosa rica y caliente y te da la sensación de estar bien alimentado y en plena forma. Comemos un poco de todo, lentejas, ensaladas, picadillos, garbanzos, pasta de todo tipo, en una ocasión albóndigas de lata para comer carne, etc. También nos distraemos de más formas, estudiando inglés o haciendo tomas imposibles con la cámara de video ya sea subiéndola con la driza al mástil como colgándola de la cruceta ayudándonos de dos bicheros empalmados. Ambas tomas quedaron horribles.

 

El sexto día de navegación, muy temprano, vemos que no llegaremos de día a la Isla de la Graciosa que es a la que nos dirigimos, y como no queremos llegar de noche a un lugar desconocido, decidimos hacer la mayor y la génova más pequeñas para ir así más lentos y si no sube mucho el viento y no corremos más, llegar al día siguiente al amanecer.

 

¡¡Y por fin, tierra!!. Casi al llegar al séptimo día de navegación, todavía de noche, se intuye el Roque del Este que aunque no está balizado con ningún faro, gracias a la luz de la luna se distingue perfectamente, y más allá, Lanzarote, La Graciosa, Montaña Clara, el Roque del Oeste y Alegranza.

 

Nos dirigimos a La Graciosa. una pequeñísima isla al norte de Lanzarote que parece ser que es muy curiosa. Sólo tiene dos pequeñísimos pueblos de pequeñas, cuadradas y blancas casas, Caleta de Sebo y Pedro Barba, no tiene carreteras asfaltadas y los pocos coches que hay son viejos todoterreno Santanas.

 

Nos dirigimos al puerto de Caleta de Sebo y cerca de la bocana nos intentamos comunicar por radio pero no contestan. Llamamos al teléfono que figura en el libro que tenemos y tampoco contestan, así que decidimos entrar, ver si hay algún lugar donde dejar el barco y después indagar si podemos dejar el barco allí algunos días pese a que habíamos leído que no solía haber mucho espacio para los barcos de paso. No obstante, al poco de entrar en el puerto, nos llama un señor desde un pantalán y al decirle que no tenemos reserva nos comunica que lo sentía, que estaba todo lleno y que los poco huecos que se veían eran para barcos que iban a llegar ese día. Un poco desilusionados salimos del puerto, pero inmediatamente decidimos no seguir a Lanzarote y quedarnos unos días por allí fondeados en una playa próxima, la Playa de la Francesa, que al parecer, estaba bastante bien resguardada de los vientos dominantes.

 

La playa estaba muy cerca del puerto por lo que en cinco minutos ya estábamos allí. Estaba bastante ocupada por otros barcos que también parecían preparados para largos viajes, placas solares, aerogeneradores, pilotos de viento, etc, y casi todos, con banderas extranjeras, alemanas, inglesas, holandesas… hasta una jamaicana.

 

Tiramos el ancla que cogió a la primera y así finalizó nuestra primera travesía de cierta entidad: 624,29 millas en poco más de 5 días y 23 horas.

 

A continuación os ponemos unas cuantas fotos que hemos podido ir haciendo durante la travesía. Como siempre, si pasáis el ratón por encima, os explicará lo que estáis viendo.

 

Un fuerte abrazo a todos.
 

 

 

8 comentarios a “TRAVESÍA A CANARIAS. Puerto de Sotogrande a Isla de la Graciosa. Del 9 al 15 de septiembre de 2011.”

  • Barlovento : Parte de donde viene el viento, con respecto a un punto o lugar determinado.
    Dar bordadas (o bordos) : Navegar de bolina alternativa y consecutivamente de una y otra banda.
     
    Cruceta : Meseta que en la cabeza de los masteleros sirve para los mismos fines que la cofa en los palos mayores, de la cual se diferencia en ser más pequeña y no estar entablada.
    Curricán : Aparejo de pesca de un solo anzuelo, que suele largarse por la popa del buque cuando navega.
    Driza : Cuerda o cabo con que se izan y arrían las vergas, y también el que sirve para izar los picos cangrejos, las velas de cuchillo y las banderas o gallardetes.
    Estay : Cabo que sujeta la cabeza de un mástil al pie del más inmediato, para impedir que caiga hacia la popa.
    Foque : Vela de forma triangular que se sitúa normalmente a proa envergada en el estay de proa, con poca o ninguna superposición con la vela mayor.
    Génova : Foque grande cuyo puño de amura va a besar la cabeza del palo y el puño de escota llega hasta la mitad de la botavara. El "génova ligero" se emplea en ventolinas y el "génova pesado" para vientos frescos.
    Gualdrapazo : Golpe que dan las velas de un buque contra los árboles y jarcias en tiempos calmosos o de alguna marejada.
    Mayor : Nombre que se da al más alto de los palos de un barco, en caso de que hubiera varios y a la vela que se iza en él.
    Trinquete :1)  Verga mayor que se cruza sobre el palo de proa. 2) Vela que se cruza en ella.

    Sentina : Cavidad inferior de la nave, que está sobre la quilla y en la que se reúnen las aguas que, de diferentes procedencias, se filtran por los costados y cubierta del buque, de donde son expulsadas después por las bombas
    Sotavento : La parte opuesta a aquella de donde viene el viento con respecto a un punto o lugar determinado.
    Gracias a http://www.rae.eshttp://www.diccionario-nautico.com.ar

  • Hola chicos!!
    Así que bien el libro, no Dani? Era apropiado…y tú que no te lo querías llevar…aisss!! Espero que os vayan bien las pelis para pasar el ratito….seguro que al paso que vais acabáis viendo Perdidos!!jejeje!!
    Me alegro mucho de que todo os vaya bien. Besos para los dos!!

  • hoooooooooooolaa!! como estais? espero que todo muy bien nosotras hechandote muchisimo de menos el cafetito no es lo mismo sin ti abril tambien te hecha mucho de menos de manda unas palabritas   gfjdhrtejhrfjghejkrjhfnjs  je.je.je que guay el viage se os be divinos y sobre todo sin adaptación je.je un beso muy fuerte para los dos y VIVIRLO a tope bessooooooooos. 

  • eto yaetá!!

  • Hola guapos, no os pregunto cómo estáis por que ya os he visto y estáis de lujo. Me gusta mucho cómo váis describiendo todo el viaje y, sobre todo, las fotos que ponéis. Están muy bien!!!!! Sandra, la colada veo que la hacéis muy bien y os habéis  buscado una buena sisi, je je je. Bueno, que os lo sigáis pasando tan bien cómo hasta ahora o mejor aún. Un besazo  muy grande de esta compañera y amiga de guarde. Hasta pronto.

  • Hola tío Dani y tía Sandra! Somos Fer, Sof y Marcos.
    Acabamos de ver el vídeo por décima vez y estas últimas fotos.
    ¿Cómo habéis hecho pan en el barco? Estaba bueno el atún?
    Fer pregunta si pasareis algún día por ballenas o tiburones. Ya nos contareis.
    Un beso para los dos y hasta pronto.
    PD: Tenemos un globo de la tierra donde seguimos la ruta del piropo.
    Más besos. Cuidaos.

  • Hola!!!! Felicidades por haber llegado a Canarias!! Disfrutadlo mucho porque a mi me encantó Lanzarote, estuvimos hace unos 4 meses y es una pasada de Isla. Lástima que no nos dio tiempo a ver la Graciosa, otra vez será. Seguid contando todo que nos encanta!!! Un beso enooooorme!!!

  • Eiiiiiii, enhorabuenaaaaa!!! sóis unos campeones!
    Pero q tensión con lo de la niebla, parecía q estuviese leyendo un libro de misterio e intriga!jejejeje. Es una pasada q podáis ir detallando todo el viaje y encima con fotos. Así parece q no estáis tan lejos! ;-)
    Ah! muchas felicidades por vuestro primer pescado, seguro q aunq dé penita, os sentó de lujo en el estómago!jeje.
    Disfrutad de la estancia en las islas y seguid contándonos cositas q nos encanta!
    Un besazo a los dos!

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